Las “singulares” ecuaciones de los fluidos

Recientemente ha salido en Arxiv un artículo, de Thomas Hou y Zhen Lei, donde prueban singularidades para un modelo de las ecuaciones de Euler incompresibles tridimensionales. Este no es uno de los problemas del milenio, pero está íntimamente relacionado con uno de ellos. Me refiero al problema de la existencia de singularidades en las ecuaciones de Navier-Stokes incompresibles.

Las ecuaciones de Euler incompresibles representan las velocidades de un fluido incompresible y no viscoso. Podemos pensar en agua. Las ecuaciones de Navier-Stokes incompresibles representan las velocidades de un fluido incompresible y viscoso. Por lo tanto están más cerca de captar la realidad.

Veamos este video:

Durante los primeros segundos salen en pantalla un par de recipientes con dos fluidos distintos. Pues bien, las ecuaciones de Euler son una aproximación correcta al fluido de la izquierda, mientras que no lo son para el de la derecha debido a la enorme viscosidad que tiene. En este otro vídeo vemos otro efecto de la viscosidad: el fluido verde se “pega” al fondo del vaso.

Ahora bien, ¿qué significa que haya una singularidad en las ecuaciones de Euler? Bueno, estas ecuaciones (en el caso de un fluido homogéneo) son:

a) la conservación de momento: (3 ecuaciones)

b) la condición de incompresibilidad: (1 ecuación)

donde \nabla=(\partial_{x},\partial_y,\partial_z) y \vec{u}=(u_1,u_2,u_3).

Viendo que el operador \nabla y \partial_t son derivadas un primer significado de la ecuación está claro: un campo de vectores \vec{u} es solución de las ecuaciones de Euler incompresibles cuando sus derivadas satisfacen las ecuaciones anteriores en cada punto (x,y,z) del espacio para todo tiempo t.

Así, diremos que hay una singularidad cuando alguna o varias de estas derivadas no exista para algún punto del espacio (x,y,z) en algún tiempo tPor ejemplo, podemos pensar en la función |x| que no tiene derivada en el punto x=0.

Pues bien, la existencia de singularidades (o su inexistencia) es un tema central desde el punto de vista matemático y físico porque es crucial a la hora de derivar el modelo. Es decir, si no hubiese una solución para todo tiempo entonces es que las hipótesis de las que se derivan las ecuaciones NO se satisfacen y, por lo tanto, las ecuaciones no tienen sentido físico. Visto así, casi es un alivio, porque, o sabemos resolver las ecuaciones para todo tiempo o no tenemos que hacerlo.

Para acabar con esta entrada voy a dejar un enlace a una entrada previa sobre el resultado de Ángel Castro, Diego Córdoba, Charles Fefferman, Francisco Gancedo y Javier Gómez sobre las singularidades en las olas (observad que el agua en una ola sigue las ecuaciones de Euler). Estas singularidades en la superficie no son del mismo tipo de las comentadas en la entrada y por eso no las mencionamos más.

Probablemente, si saco algo de tiempo, escribiré alguna entrada sobre el modelo de Euler más sencillo que conozco, la ecuación de Burgers.

Nota: Esta entrada participa en el Carnaval de Matemáticas en su edición 3.141, que organiza el blog Desequilibrios.

¿Goles? No, ecuaciones

Para los que sigan la liga los goles de Cristiano Ronaldo serán geniales, pero para los que sigan la liga y además sepan de física sus goles, además de extraordinarios, parecen ser una consecuencia más del “efecto Magnus“. Yo, que ni sigo los goles ni sé de física, no tenía ni idea de lo que era el “efecto Magnus” has que hace unos días aparecieron dos periodistas de la agencia EFE en el CSIC para preguntar a qué era debido que CR7 marque esos golazos.

He dicho que los goles “parecen ser” consecuencia del efecto Magnus porque hay división de opiniones (pero la parte final del debate me la he perdido al subirme a mi despacho).

El susodicho efecto Magnus lo que viene a ser es una diferencia de presiones inducida por el giro de la pelota en el fluido. Veamos ésto un poco más despacio. Primero tenemos que la pelota gira en el fluido, por lo tanto, la velocidad “aparente” para la pelota (es decir, en el sistema de referencia de la pelota) la velocidad del viento es mayor por un lado que por otro. Esto es así porque la pelota al girar “empuja” el aire colindante, y la mitad de la bola va a favor del viento y la otra mitad en contra.

Una vez que tenemos la diferencia de velocidades, vamos a usar la Ley de Bernoulli. Si asumimos válida esta ley entonces una diferencia de velocidades se traduce en una diferencia de presiones. Y esta diferencia de presiones redunda en una diferencia neta de fuerzas que hace que la pelota trace una curva y, con un poco de suerte, sorprenda al portero.

–Nota: ¿Creéis que si en el CSIC nos dedicamos a estudiar cómo golpean el balón los diferentes futbolistas dejarán de recortar en ciencia?

–Nota 2: Ésta explicación que he dado yo es mala y torpe en comparación con la que nos ha dado Daniel Peralta en el CSIC.

Cuernos, mentiras y matemáticas por Fernando Jiménez

En la tragedia de Shakespeare Otelo, el homónimo protagonista, general de la república de Venecia, se enamora de Desdémona, hija de un senador. Después de casarse en secreto, uno de sus alféreces, Yago, movido por el odio que siente hacia él le hace creer que su esposa es infiel con Casio, su más leal teniente. Podrido de celos, Otelo mata a Desdémona y, después de saber que todo ha sido un engaño, se suicida.

Alexander Pushkin, considerado unánimemente padre de la literatura rusa moderna, poeta consagrado, mujeriego desenfrenado, endeudado crónico, adicto al juego, odiado por la aristocracia a la que pertenecía por nacimiento pero no por ideología, contrajo matrimonio en 1831 con la bella Natalia Goncharova. Georges d’Antès, un militar francés emigrado a Rusia y casado con una cuñada de Pushkin, comenzó a asediar a Natalia, encendiendo unos irrefrenables y paradójicos celos en su libertino marido. El escritor ruso retó al oficial francés a duelo, siendo herido de muerte a las afueras de San Petesburgo la madrugada del 29 de enero de 1837.

Estos son dos célebres ejemplos de lo que un hombre despechado, tanto en el mundo real como en el de la ficción, puede llegar a hacer presa de un galopante ataque de cuernos. Los hombres de ciencia tampoco son inmunes a los celos. Ni siquiera a los celos ficticios, lo que ha dado lugar a una de las leyendas urbanas más extrañas de la historia de la ciencia y de sus más famosos premios.

Alfred Nobel fue un ingeniero e inventor sueco, nacido en una familia de profesionales del gremio. Emigrados a Rusia, Alfred, junto a sus hermanos, recibió una cuidadosa educación tanto en ciencias naturales como en humanidades. De regreso a Suecia tras la quiebra de la fábrica de explosivos que su padre había instalado en San Petesburgo, completó sus investigaciones en el campo de los explosivos, lo que dio lugar al descubrimiento de la dinamita. El hallazgo le reportó una gran fortuna y, a la vez, un gigantesco dolor moral: si bien la dinamita facilitaba la vida en algunos aspectos, también acababa con ella en los campos de batalla. Cerca de su muerte fundó la sociedad filantrópica Nobel, a la que legó la mayor parte de su fortuna y que quedó encargada de, cada año, premiar a quienes más notoriamente hubieran aportado a la humanidad en las áreas de Física, Química, Medicina, Literatura y paz mundial: habían nacido los prestigiosos premios Nobel. ¿Quedó algo de herencia para su esposa? Debemos decir que no puesto que, a pesar de que Alfred Nobel tuvo varias amantes y amores a lo largo de su vida (la condesa austro-bohemia Bertha Kinsky, la austriaca Sofie Hess…), jamás se casó. Aquí tenemos uno de los ingredientes de la posterior maledicencia.

Si nos fijamos en la lista de las disciplinas que Alfred Nobel consideró dignas de ser premiadas vemos que las Matemáticas están ausentes. ¿Por qué no existe el premio Nobel de Matemáticas? La leyenda dice que cuando Alfred Nobel pidió consejo a especialistas para saber quién merecería cada uno de los galardones, éstos le dijeron que el candidato ideal en la categoría sería el matemático sueco Gösta Mittag-Leffer, quien, según las malas lenguas mantenía un romance secreto con su esposa. ¡¡Imposible!! La rivalidad entre Nobel y Mittag-Leffer, tanto en la vida civil como en la amorosa, es un extraño producto de los agujeros en los conductos de la información: al parecer apenas se conocían el uno al otro.

El verdadero motivo por el no existe el premio Nobel de Matemáticas es que su fundador, a la hora de idearlos, no consideró esta disciplina relevante para la sociedad en un sentido práctico (lo que, ha quedado bastante patente a lo largo de la historia, es completamente falso), esa sociedad a la que, según su conciencia, tanto daño había hecho con su explosivo invento.

A pesar de la notoria ausencia, los premios Nobel no están vetados para los matemáticos. Ejemplos son el norteamericano John Nash, que recibió el de Economía en 1994 por sus trabajos en el estudio del equilibrio en la teoría de juegos no cooperativos, y el español José Echegaray, que recibió en 1904 el de Literatura por su obra dramática.

Pero si de galardonar se trata, las ciencias matemáticas no se quedan atrás. El vacío dejado por el inventor sueco rápidamente fue llenado por la Unión Matemática Internacional, que cada cuatro años otorga la prestigiosísima medalla Fields a matemáticos que hayan logrado su descubrimiento cumbre por debajo de los cuarenta años. En la lista de galardonados está la mayoría las más grandes luminarias en Matemáticas del siglo XX (y ya parte del XXI). Por otro lado nos encontramos con el premio Wolf, que se concede anualmente desde 1978 en Israel a científicos y artistas por sus logros en interés de la humanidad y de las relaciones fraternas entre los pueblos, sin distinción de raza, color, religión, sexo o tendencias políticas. El grado de brillantez de los premiados en la categoría de Matemáticas no es menor que en la Fields, apareciendo, además, aquellos que no fueron tan precoces o que lograron su descubrimiento en el umbral de los cuarenta años, como ocurrió con Andrew Wiles y su prueba del último teorema de Fermat. Finalmente, los matemáticos también optan al premio Abel, otorgado anualmente por el rey de Noruega desde 2002 en claro paralelismo con el premio Nobel.

–Nota: Esta entrada la ha escrito Fernando Jiménez. Y es que si tenemos buenos compañeros de trabajo, habrá que aprovecharlos ¿no?

Integradores variacionales (Marca ACME) por Fernando Jiménez

Una de las mayores desgracias que sufren los matemáticos, físicos, ingenieros y otros científicos que se ocupan de estudiar la naturaleza desde un punto de vista cuantitativo, es la de no saber resolver (en algunos casos) las ecuaciones diferenciales que esa misma naturaleza, con un poco de mala leche, les plantea. Probablemente esta afirmación no es la mejor publicidad para la ciencia y quienes la practican (… ¡que no saben resolver las ecuaciones!…, pensarán algunos imaginándose un avión en caída libre) aunque, quizá, la dificultad de encontrar dichas soluciones en términos de funciones elementales les proporcione cierto cuartelillo. De hecho, ese cuartelillo no tarda en llegar cuando se presentan ciertos antecedentes al gran público. La reacción de la hermana filóloga de un amigo que se dedica a la física de cuerdas viene bastante al caso: ¡pero cómo van a encontrar la solución!, ¿acaso has visto sus hojas? -le dijo a su madre, mientras discutíamos todos juntos el asunto, refiriéndose a las notas de su hermano. La solución analítica de las ecuaciones diferenciales es por tanto como un ciervo blanco. Pero, ¿quién la necesita cuando se puede encontrar una buena aproximación?

El Análisis es la rama de las matemáticas que se encarga, entre otras cosas, de demostrar que la solución de las ecuaciones diferenciales existe (lo que, aunque los científicos aplicados no lo crean, resulta un gran alivio), mientras que el Análisis Numérico, entre otras cosas, se ocupa de encontrar aproximaciones de esas esquivas soluciones, que llamaremos integradores, y de estudiar sus propiedades.  Las ecuaciones de la física clásica tienen carácter diferencial y se obtienen a partir de la acción de un sistema dado (integral de la función lagrangiana) a partir de principios variacionales (para entradas anteriores sobre este tema ver aquí, aquí o aquí). Se puede probar la existencia de las soluciones a dichas ecuaciones, aunque en muchos casos, sobre todo en los más complejos (que suelen coincidir con los de mayor interés práctico) no sabemos encontrarlas. ¿Debemos encogernos en un rincón y ponernos a llorar? ¡Ni mucho menos! Como se menciona antes, el Análisis Numérico nos echa una mano con sus integradores.

Por otro lado, desde la mitad del siglo pasado se han introducido métodos topológicos y geométricos en el estudio de las ecuaciones diferenciales, en especial de aquellas que provienen de la física y que están relacionadas con sistemas mecánicos (desde los más simples, como puede ser un péndulo o una bolita deslizándose plano abajo, hasta los más complejos, como puede ser el Sistema Solar). Este nuevo campo de investigación que reformula la Mecánica Clásica en lenguaje geométrico se llama actualmente Mecánica Geométrica, y nos enseña interesantes propiedades de las soluciones a las ecuaciones mecánicas. Habitualmente, estas propiedades están relacionadas con la preservación de alguna cantidad geométrica. Ejemplos son la forma simpléctica, cuyo nombre asusta pero que está conectada de una forma más pedestre con el volumen del sistema bajo estudio, o las aplicaciones momento, inquietantes objetos en íntima relación con la simetría de las funciones lagrangiana o hamiltoniana y que nos dan información sobre los invariantes del sistema y parte de su comportamiento (por ejemplo, el hecho de que las órbitas de los planetas estén contenidas en un plano puede explicarse de forma sencilla diciendo que el momento angular de dicho planeta se conserva). El concepto de simetría tiene gran importancia en las matemáticas y física modernas, sobre todo a nivel cuántico. Su vínculo con la preservación de cantidades geométricas, cantidades que en algunos casos tienen una interpretación física reconocible, se encapsula en uno de los hitos más importantes de las matemáticas del siglo XX: el teorema de Noether.

Todo lo anterior está perfectamente formalizado cuando pensamos en las soluciones exactas a las ecuaciones diferenciales (que sabemos que existen). A nivel práctico… ¿qué pasa cuando no sabemos encontrarlas? ¿Nos echamos a llorar de nuevo? ¿Tienen nuestros útiles integradores las mismas propiedades? ¿Preservan a nivel numérico las mismas cantidades que sus contrapartes exactas preservan a nivel continuo? El área de las matemáticas que se encarga de responder a estas preguntas a nivel geométrico es la Mecánica Discreta, área relativamente moderna y en plena ebullición. La respuesta suele ser positiva, bajo ciertas condiciones, lo que nos ofrece una bonita simetría especular entre el mundo de las soluciones exactas y el mundo de los integradores. ¿Hay alguna forma variacional de obtener dichos integradores, tal y como ocurre con las ecuaciones continuas de la física? De nuevo la respuesta es sí, lo que da lugar a uno de los objetos más interesantes y más prácticos dentro de la Mecánica Discreta: los integradores variacionales. La última pregunta suele ser la más peliaguda: ¿son realmente mejores, en algún sentido, los integradores con propiedades geométricos que aquéllos que no las tienen? Pensándolo fríamente, a la hora de simular un sistema mediante un integrador, lo que uno pretende es que dicho integrador sea eficiente, robusto, preciso (es decir, que se aproxime a la solución exacta lo máximo posible) y que sea fácil de traducir en algoritmos comprensibles por un ordenador. Bajo estas consideraciones se puede decir que los integradores geométricos, en concreto los variacionales, no son mejores ni peores que los demás. Lo que sí se comprueba es que algunos de ellos, en concreto los que preservan la forma simpléctica, presentan gran robustez cuando se hacen simulaciones a tiempos largos (son simplécticos, por ejemplo, los integradores empleados en las simulaciones del Sistema Solar).

Lo que sí se puede concluir en cualquier caso, es que tanto el Análisis Numérico como cualquiera de sus estribaciones geométricas, ya sea en forma de Integración Geométrica o Mecánica Discreta, no son áreas menores de las matemáticas o una forma humilde de capitular ante la incapacidad de encontrar soluciones analíticas a ciertas ecuaciones. Todo lo contrario, son ramas poderosas, intrigantes y de gran utilidad práctica, que nos proporcionan lo que la mayoría de las veces resulta más inteligente: una forma de encontrar una solución alternativa y aproximada a un problema demasiado difícil. O en otras palabras: una forma de avanzar en lugar de quedarse paralizado.

–Nota: Esta entrada la ha escrito Fernando Jiménez.

La importancia del orden

No nos referimos al (des)orden imperante en nuestras casas… Hablamos del orden de los términos de una serie. Y es que un resultado muy llamativo es que una serie, digamos \sum_{n=0}^\infty a_n convergente que no sea absolutamente convergente (es decir, tiene términos positivos y negativos y cumple que \sum_{n=0}^\infty |a_n|=\infty) si se reordena ¡¡se puede hacer que sume cualquier número!!

Teorema: Sea \sum_{n=0}^\infty a_n una serie tan que \sum_{n=0}^\infty a_n<\infty\sum_{n=0}^\infty |a_n|=\infty. Entonces para todo A\in\mathbb{R} se tiene que existe g(n) tan que \sum_{n=0}^\infty a_{g(n)}=A.

¿Cómo podemos probar un resultado tan raruno? Bueno, veamos la idea, supongamos que A=\pi para fijar ideas. Dado que este mes ha sido el día de \pi esta elección tiene su gracia ;). Ahora sumemos términos positivos de la serie hasta exceder el valor de \pi. Ahora sumemos términos de signo negativo hasta que la suma parcial sea menor que \pi. Ahora volvemos a sumar términos positivos hasta exceder \pi y así sucesivamente. No diréis que no es ingenioso y llamativo.

–Nota 1: Esta entrada participa en el Carnaval de Matemáticas del mes de Marzo. Ésta vez ha sido organizado por Hablando de Ciencia

Euler y el problema de Basilea: La convergencia de la serie

En una entrada anterior (ver aquí) os contamos cómo Jacob Bernoulli encaró el problema de Basilea, esto es, la suma de la serie

Estamos en 1730 o 1731 y es ahora cuando hace su aparición Leonhard Euler, con su artículo De summatione innumerabilium progressionum, publicado en 1738, donde utiliza un método nuevo para aproximar esta serie. Euler parte de la serie de potencias de

La divide por -x e integra entre 0 y 1/2, obteniendo


En el lado izquierdo de esta expresión hace la sustitución y = 1-x consiguiendo  y reparando en que

se obtiene


Cada uno de los sumandos se puede integrar por partes,

Agrupando de nuevo, se consigue

Podemos ahora sustituir la serie de potencias

con lo cual queda

Ahora, Euler desprecia el producto \log(1)\log(0) y procede igualando la expresión de la derecha con el valor que se ha conseguido de la integral de la izquierda mediante el proceso anterior. De este modo llega a

Con estos manejos poco rigurosos, Euler solucionó el problema de la baja velocidad de convergencia de la serie: gracias a las potencias de dos en el numerador, los términos de la nueva serie que ha obtenido decaen mucho más rápido, y en consecuencia la convergencia de la serie es mucho mejor. Además, Euler conocía el valor de \log(2) con una gran cantidad de cifras decimales, consiguiendo así una aproximación 1.644934 que es correcta en las seis cifras decimales con la suma de sólo catorce términos de la nueva serie.

–Nota 1: Esta entrada participa en el Carnaval de Matemáticas del mes de Marzo. Ésta vez ha sido organizado por Hablando de Ciencia

–Nota 2: Para las imágenes con las fórmulas hemos usado el editor presente en esta web.

–Nota 3:  El texto anterior está basado en el artículo

Rafael Granero Belinchón, El problema de Basilea: Historia y algunas demostraciones. La Gaceta de la RSME, vol 12, num 4, pag 721-737, 2009.

Resultado de las votaciones

Bueno, ayer por la noche acabó el plazo para votar la mejor entrada del Carnaval de Matemáticas de Febrero (aquí el resumen actualizado). El resultado es el siguiente:

Felicidades al ganador :-). Nos vemos en el próximo Carnaval que organiza Hablando de Ciencia.

¡A votar! (Carnaval de Matemáticas 3.1)

Llega el momento de votar la mejor entrada del mes de Febrero. Para que os sea más fácil os dejo el resumen del Carnaval.

Empezamos con las que aparecieron antes de tiempo:

Fuera de plazo (pero igualmente interesantes) :-):

  • Byron nos presenta un cuento a la usanza de las mil y una noches donde el protagonista ha de resolver un acertijo.
  • Desde el blog El tao de la física nos dejan un curioso experimento donde consiguen hacer circular un triciclo de ruedas cuadradas. No os perdáis cómo se consigue usando un poco de geometría diferencial.
  • En el blog Desafíos Matemáticos nos dejan varios ejemplos de dónde se usa el hiperboloide en la construcción.
  • Nuestro amigo José Manuel en su blog Morvalets nos explica cómo las matemáticas son fundamentales en el tratamiento de imágenes. Por cierto ¿sabéis qué significa la fecha del subtítulo del blog “Localizando en tiempo y frecuencia desde 1642“?
  • El blog Scientia (casi tocayo nuestro :-)) nos deja un post sobre matemáticas y química.

Lunes 20 de Febrero:

  1. Desde el blog Sentido de la Maravilla nos hablan de las máquinas de Turing y de la obra del escritor Neal Stephenson (¡en algunas de sus obras llega a salir Newton!).
  2. Desde el departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la Universidad del País Vasco nos hablan de poesía y matemáticas.
  3. En Hoja y Números nos hablan de la función primorial, es decir, el producto de los primos menores que una cierta cantidad. Casualmente nuestra propia entrada trata de los números primos :-).
  4. Belén Palop en su blog “Reflexiones sobre la educación” nos explica cómo aparece la estadística (al trata con percentiles) en la pediatría.
  5. En Destejiendo el mundo nos explican cómo es posible que los mismos datos estadísticos apoyen tesis distintas haciendo unos ligeros cambios tan sólo.
  6. En Animando la Web nos explican cómo operaban los egipcios sin usar tablas de multiplicar.
  7. En Los matemáticos no son gente seria nos dan su opinión sobre el difícil tema de la enseñanza de las matemáticas a todos los niveles. Es este tema uno bien peliagudo y casi cualquier cosa que se diga sera inexacta en cuanto que al tratarse de un problema tan distinto según el nivel educativo nadie (al menos que yo conozca) tiene experiencia a todos los niveles. Ya puestos hasta voy a dejar una referencia y quizá escriba una entrada con mi opinión personal.
  8. Nosotros participamos con una entrada donde comentamos una nueva prueba de la infinitud de los números primos.
  9. En Números y algo más nos dejan como curiosidad cómo conseguir ecuaciones multigrado. Realmente sorprendente.
  10. Tito Eliatron nos recuerda la conocida anécdota de Bertrand Russel en el papel del Papa :-).
  11. En Espejo Lúdico nos proponen un acertijo basado en uno previo del conocido Sam Loyd.
  12. Desde Gaussianos nos dejan un entrada donde hablan de la serie armónica y su carácter divergente. También sale como estrella invitada la serie de los inversos de los cuadrados, es decir, el Problema de Basilea. Resulta que ahora mismo estamos escribiendo una entrada sobre el Problema de Basilea, con suerte estará para mañana totalmente acabada, y es que vamos a iniciar en este blog una serie de entradas dedicadas a ese tema (igual que ya hicimos con las Paradojas).
  13. La primera entrada que nos deja la Covacha Matemática. 

Martes 21 de Febrero:

  1. Rafalillo desde su blog nos deja una entrada donde explica el origen de la numeración.
  2. El departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias del País Vasco nos deja la observación de que la fecha de hoy es un palíndromo.
  3. ¡En Gaussianos nos dejan un reto! Un problema de cálculo de probabilidades muy interesante.
  4. Nuestra aportación sobre el problema de Basilea. Ésta es la primera de una serie de entradas.
  5. Desde Boadilla del Monte nos dejan una entrada sobre el interesante número de plástico, pariente del número áureo.
  6. Como ayer nos dejaron con ganas, hoy en Animando la Web nos traen la segunda entrada sobre la aritmética de los egipcios.

Miércoles 22 de Febrero:

  1. La tercera contribución de la Universidad del País Vasco. En ésta nos hablan de un concurso de encuadernado de libros donde ganó Jana Sim con una obra basada en la banda de Moëbius.
  2. Un divertido tres en raya que nos viene de parte de Tito Eliatron. Ésta faltaba del Martes… Se nos pasó.
  3. Gaussianos nos deja una entrada sobre cómo pintar caras sonrientes :-).
  4. Nuestra tercera aportación os cuenta ¡cómo experimentar un teorema!
  5. La última entrada es de Tito Eliatron y nos habla de los números trascendentes y su historia.
  6. La entrada de la Covacha Matemática sobre el binomio de Newton.
  7. Y otra entrada de la Covacha con explicando una aplicación de una EDO muy sencilla.
Jueves 23 de Febrero:
  1. Rolby Milián (ICMAT), como estrella invitada en este blog, participa en el carnaval con una entrada sobre Kurt Gödel.
  2. Gaussianos nos deja una entrada con una anécdota interesante de Kepler y Galileo.
  3. Desde Geometría Dinámica nos traen una entrada sobre geometría y su lenguaje.
  4. Juan de Mairena nos habla de Nahs y de sus cartas recientemente desclasificadas.
  5. En el Neutrino nos hablan de Julio Rey Pastor en el aniversario de su muerte.
  6. Desde la Universidad del País Vasco nos hablan de cómo recuerdan en Nature a Alan Turing.
  7. Nuestra aportación de hoy trata sobre un problema de Biología y cómo se usan las matemáticas para tratarlo.
  8. José Luis Rodríguez nos deja una entrada sobre poliedros y mosaicos.

Viernes 24 de Febrero:

  1. Luis, desde Imperio de la Ciencia, nos escribe sobre la magia del número i.
  2. Gaussianos vuelve a contribuir, esta vez con la solución al problema de los cien presos.
  3. Dr. Litos nos escribe en términos generales sobre la importancia de la estadística para no caer en el anumerismo o en engañifas.
  4. Además, acogemos a David Fernández (ICMAT) al publicar una entrada sobre los espacios de Móduli
  5. Siendo ésta su quinta aportación, la Universidad del Pais Vasco nos trae una entrada que mezcla moda y matemáticas.
  6. Tito Eliatrón nos deja una entrada sobre estadística y afirmaciones un “poco” exageradas.
  7. Imperio de la Ciencia nos deja una entrada sobre el número i y los complejos.
  8. El blog Experiencia docet nos deja una entrada sobre cuantización y matemáticas.
  9. Una entrada de la Covacha Matemática sobre cálculo de probabilidades.

Sábado 25 de Febrero:

  1. ZTF nos deja una nueva contribución. Ésta trata sobre un artista gráfico que trata de plasmar la aritmética más básica en su obra.
  2. Guassianos nos deja una entrada sobre la conjetura de Goldbach y la calidad de la educación.
  3. Desde pimedios nos llega una entrada dedicada al producto de Wallis.

Domingo 26 de Febrero:

  1. ZTFNews nos deja una entrada sobre el proyecto Tsunagari.
  2. Zurditorium nos deja una entrada donde ilustra posibles errores al simplificar en una expresión.
  3. El blog Series Divergentes nos deja una entrada sobre el Teorema de Bolzano-Weierstrass.
  4. La mula Francis nos deja una entrada sobre playas su aportación a las matemáticas.
  5. El mundo de las ideas nos deja un post sobre las matemáticas de los cristales.
  6. La última entrada de la covacha matemática, esta vez sobre grafos.

Para votar tenéis que dejar antes del 15 de Marzo, en un comentario en este mismo post, vuestra opinión y vuesto perfil de la comunidad bligoo.

 

–Actualización: He añadido las entradas de la Covacha Matemática que entraron en el plazo correcto.

Una introducción a los espacios de Móduli por David Fernández

Desde el año 1857 en el que Riemann usó la palabra ‘móduli’ como sinónimo de parámetro, los matemáticos la siguieron aplicando (de manera un tanto imprecisa) para designar aquellos parámetros que miden o describen la variación de objetos geométricos en Geometría Algebraica. Sin embargo, no fue hasta 1960 cuando David Mumford dio una definición formal y precisa de espacios de móduli y explicó cómo construirlos obteniendo soluciones en algunos casos.

¿Por qué nos interesan los espacios de móduli?

Aunque a algunas personas les gusta ver a los espacios de móduli como objetos geométricos cuyos puntos tienen significado, quizás una forma más intuitiva de concebirlos sea como un mapa o un dibujo de un cierto conjunto. Por ejemplo, si tenemos una lista de las 17 comunidades autónomas, sus tamaños y otra lista detallando qué estados son limítrofes, será difícil bosquejar cómo es nuestro país. Sin embargo, un mapa nos permitirá hacernos una idea realista del territorio. Por tanto, en este caso, un mapa de España sería el espacio de móduli de las autonomías.

Ingredientes para la construcción de un espacio de móduli

 Los espacios de móduli surgen de manera natural en los problemas de clasificación geométricos como sus soluciones geométricas. Un ejemplo típico (y real) de tales problemas es la clasificación de las curvas proyectivas complejas no singulares salvo isomorfismo (o equivalentemente, superficies de Riemann compactas salvo biholomorfismo).

 Un ‘espacio de móduli’ es una variedad compleja (o variedad algebraica) cuyos puntos corresponden (de manera natural) a las clases de equivalencia de los objetos que queremos clasificar. Por tanto, si queremos construir un espacio de móduli precisaremos de los siguientes ingredientes:

  1. Objetos: ¿Qué objetos geométricos nos gustaría describir o parametrizar?
  2. Equivalencias ¿Cuándo podemos decir que dos objetos son el mismo?
  3. Familias: ¿Cómo permitimos a nuestros objetos variar o modular?

 Cabe observar que para identificar dos objetos en Matemáticas debemos usar relaciones de equivalencia y definir así un cociente, operación no inmediata en Geometría Algebraica pues algunas sutilezas deben tenerse en cuenta. Si estamos trabajando con objetos que poseen ciertas propiedades queremos que el cociente disfrute de las mismas. Sin embargo, esto no suele ocurrir pues es habitual que en el cociente no se puedan separar puntos mediante entornos abiertos (no sea Haussdorff).

 Para solucionar estos problemas David Mumford desarrolló la Teoría Geométrica de Invariantes (GIT en sus siglas en Inglés) que resolvía estas cuestiones y que le valió la Medalla Fields en 1974. Su idea fue eliminar aquellos objetos ‘malos’ que nos daban problemas y construir así un objeto geométrico razonable que será el espacio de móduli. Por ejemplo, el espacio de móduli de las curvas proyectivas complejas no singulares existe pero si queremos incluir las singulares (quizás sea interesante comprender cómo las curvas no singulares pueden degenerar a aquellas singulares) debemos dejarlas fuera (las llamaremos órbitas inestables) y obtener así una variedad algebraica y, por tanto, un espacio de móduli.

 Un ejemplo, por favor

 Supongamos que queremos describir la colección de todas las rectas en el plano $latex\mathbb{R}^{2}$ que pasan por el origen (en adelante, por brevedad, rectas). Para empezar, una buena idea es encontrar un número que parametrice los objetos que queremos clasificar. En nuestro caso, si utilizamos coordenadas cartesianas, utilizaremos como parámetro el ángulo $\theta$ que forma la recta con el eje OX en sentido antihorario y no es difícil convencerse de que 0\leq\theta<\pi. Por tanto, como \textbf{conjunto} tenemos una solución completa de nuestro problema de clasificación ya que a cada una de las rectas del plano le corresponde un número del intervalo [0,\pi).

 Sin embargo, no podemos olvidar que estamos buscando una solución \textbf{geométrica} a nuestro problema de clasificación. Para ello, si dos rectas están cerca, sus ángulos deberán ser casi iguales y, por tanto, los puntos correspondientes en el intervalo deberían estar muy próximos. En particular, aquellas rectas L cuyo ángulo está cercano a $latex\pi$ son casi horizontales y son muy parecidas a aquellas rectas cuyo ángulo con respecto al eje OX es casi cero. Por tanto, si queremos encontrar una solución geométrica a nuestro problema, debemos encontrar alguna forma de pegar el intervalo [0,\pi) para que \pi esté cerca de 0.

Una forma de hacer esto es tomar el intervalo cerrado [0,\pi] en vez de [0,\pi) y entonces identificar los puntos 0 y \pi. Esta operación de pegado se hace en Matemáticas mediante una relación de equivalencia. Luego, si \pi y 0 se pueden ver como el mismo punto, entonces los números cercanos a \pi estarán próximos a los cercanos a 0. De esta forma obtenemos un círculo que es la solución geométrica de nuestro problema.

 Interacción con la Física

El procedimiento descrito más arriba de estudiar los invariantes o la Geometría no del espacio original sino de un espacio de móduli construido a partir de él se interpretó más tarde como un tipo de Teoría Cuántica de Campos traduciéndose en una interacción fructífera entre la Física y la Geometría. Por ejemplo, la interacción con la Teoría de Cuerdas en Física ha sido especialmente productiva para la Geometría Algebraica pues esta teoría requiere geometrías complicadas de dimensiones altas y, de hecho, precisan de aquellos espacios (variedades de Calabi-Yau) que no se han podido tratar por medio de los invariantes clásicos.

Bibliografía:

BEN-ZVI, D.D., Moduli Spaces, Princeton Companion to Mathematics, 2008.

GARCÍA-PRADA, O. Moduli Spaces and Geometric Structures. Apéndice en Differential Analysis on Complex Manifolds, 1972.

KIRWAN, F. Moduli Saces in Algebraic Geometry. Moduli Spaces in Mathematics and Physics, Hindawi, 1998.

Fdo: David Fernández

 –Nota: Esta entrada participa en el Carnaval de Matemáticas en su edición 3.1 organizado esta vez en este blog.


Saltamontes en los Pirineos o por qué un biólogo necesita las matemáticas

En esta entrada hacemos una breve revisión de un tema que nos parece muy interesante: el efecto que tiene la bacteria wolbachia en unas subespecies particulares de saltamontes, Chorthippus parallelus parallelus y Chorthippus parallelus erythropus. La distribución de estos animalejos se solapa en los Pirineos, donde forman una zona híbrida (ZH), es decir, una región donde individuos de las dos subespecies se encuentran, se cruzan y dan lugar a descendencia híbrida, en aquellos puntos en los que la orografía y sus requerimientos ecológicos lo permiten. Esta ZH responde a un contacto secundario entre poblaciones endémicas ibéricas (Cpe) y de la Europa continental (Cpp), que se expandieron después de la última glaciación desde aquellos refugios en los que habían divergido genéticamente en alopatría, esto es, especiación por aislamiento geográfico.

Las diferencias morfológicas, fisiológicas, genéticas y de comportamiento entre estas subespecies (y sus híbridos naturales y de laboratorio) han sido intensamente estudiadas en estos últimos años, por lo que esta ZH se considera un modelo singular en Biología Evolutiva (Bella et al., 2010). Estos estudios muestran un escenario complejo, con un número considerable de causas involucradas en el origen, estructura y mantenimiento de dicha ZH y ofrecen una muy buena panorámica de la evolución “en acción”. ¡Por esto es importante e interesante!

 Por otra parte, Wolbachia es una bacteria endosimbionte obligada (esto es, sin palabras de brujo, que vive exclusivamente en el interior de las células del insecto al que infecta) que induce alteraciones en la reproducción de diversos organismos, fundamentalmente artrópodos y nematodos. Esta bacteria induce, por ejemplo, feminización de los machos o incluso su muerte selectiva. También producen incompatibilidad citoplasmática que consiste en la incapacidad de un macho infectado de tener descendencia con una hembra que no esté infectada (Serbus et al., 2008). Esto condiciona los cruzamientos entre poblaciones infectadas en distintos grado por esta bacteria, lo que se ha planteado como un posible ejemplo de “especiación por infección” (Wade, 2001).

En estudios previos hemos profundizado en la Biología de este microrganismo y hemos comprobado que en la ZH de Chorthippus genera una barrera reproductiva considerable (Zabal-aguirre et al., 2010; Bella et al., 2010), lo que apunta a que, efectivamente, esta bacteria puede promover fenómenos de especiación.

Debido a su peculiar forma de transmisión, de madres a hijos, la dinámica de la infección por Wolbachia es compleja. A su vez la forma por la cual la infección pueda condicionar los cruzamientos que se producen en una población y sus repercusiones a largo plazo son dificiles de estudiar en el laboratorio. Más aun en condiciones naturales. Es por esto. que la infección por Wolbachia ha sido modelizada matemáticamente (¡aquí aparece la caballería!) con el fin de conocer hasta qué punto esta bacteria influye en las poblaciones a las que infecta (Turelli et al., 1994; Telschow et al., 2005; 2007; Vautrin et al., 2007). 

Bien, hasta aquí el tema y la historia que hay detrás, pero ¿qué hemos hecho nosotros? Pues hemos continuando con los estudios de Vautrin et al. (2007),  implementando una variante de este modelo para analizar (i) cómo podría evolucionar la infección por Wolbachia en una población modelo de Chorthippus parallelus y por otra parte (ii) cómo influirían algunas variables ambientales, por ejemplo la temperatura, en la dinámica de la infección. Nuestro modelo sigue el siguiente esquema 

Como nos está quedando un poco largo ya, vamos a concluir con la referencia del trabajo por si alguien está interesado en abundar más:

Wolbachia infection in Chorthippus parallelus: Intra-generational frequency variation, P. Martínez-Rodríguez, R. Granero-Belinchón, F Arroyo-Yebras y J.L. Bella. (aquí hay un poster sobre este tema).

Referencias:

  1. Bella JL, Martínez-Rodríguez P, Arroyo-Yebras F, Bernal A, Sarasa J, Fernández-Calvín B, Mason PL & Zabal-Aguirre M. 2010. Wolbachia infection in the Chorthippus parallelus hybrid zone: evidence for its role as a reproductive barrier. Journal of Orthoptera Research 19 (2): 205-212
  2. Hewitt G. 2000. The genetic legacy of the Quaternary ice ages. Nature 405, 907-913.
  3. Serbus LR, Casper-Lindley C, Landmann F, Sullivan, W. 2008. The genetics and cell biology of Wolbachia-host interactions. Annu Rev Genet 42: 683-707. 
  4. Telschow A, Flor M, Kobayashi Y, Hammerstein P, Werren JH. 2007. Wolbachia-induced unidirectional cytoplasmic incompatibility and speciation: mainland-island model. PLoS ONE Aug 8; 2(1):e701.
  5. Telschow A, Hammerstein P, Werren JH. 2005. The effects of Wolbachiaversus genetic incompatibilities on reinforcement and speciation. Evolution 59: 1607-1619.
  6. Vautrin E, Charles S, Genieys S, Vavre F. 2007. Evolution and invasion dynamics of multiple infections with Wolbachiainvestigated using matrix based models. J Theor Biol. 245(2):197-209.
  7. Wade MJ. 2001. Infectious speciation. Nature, 409: 675-677.
  8. Zabal-Aguirre M, Arroyo F & Bella JL. 2010. Distribution of Wolbachia infection of Chorthippus parallelus in populations within and beyond a Pyrenean hybrid zone. Heredity 104: 174–184.

–Nota: Con esta entrada participamos en el Carnaval de Biología en su décima edición organizado por Scientia y en el de Matemáticas, que organizamos nosotros.